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Ante un mundo globalizado, la importancia del Turismo para reforzar la identidad nacional.


Por Bolívar Mejía.

A veces pienso que la Globalización ha sido poco comprendida en nuestro país, o que la fragilidad de nuestra identidad cultural está permitiendo que este fenómeno engulla las raíces culturales de nuestro pueblo, es evidente que en la Republica Dominicana hay una clase dominante que no comulga con lo que hemos heredado de áfrica y que se aferra con frenesí al lado hispánico de esa dicotomía cultural que domina nuestra identidad, sin embargo lo africano, es el ingrediente que le pone el sazón, la chispa, el acento, a la dominicanidad, producto único en el mundo.

El turismo tiene muchos aspectos positivos y muchos negativos, dentro de los positivos esta el fortalecimiento del patrimonio cultural del país receptor, dentro de los negativos, la realidad es que los destinos adoptan parte de la cultura endógena y poco a poco tienden a perder su identidad; pero la cultura utilizada como elemento distintivo del destino turístico, para agregar valor a la oferta, tendera a ser revalorizada por las comunidades donde se originan estas manifestaciones culturales, quienes entenderán su valor y optaran por su rescate y preservación.

Cada pueblo tiene su propia identidad, sus recursos históricos y culturales, cada región o espacio geográfico es singular y esa  es la parte que le interesa al turismo, porque ahí prende la chispa de la curiosidad que motoriza la motivación del viajero a elegir un destino, que no solo ofrece sol,  playas, montañas y naturaleza, sino que cuenta con la riqueza de un cromatismo cultural en el cual el visitante se compenetra con un entorno diferente y enriquecedor,  que le permitirá regresar  a su país empapado en una experiencia,  más allá del simple ocio vacacional, más allá del viaje de negocios y mas allá de la aventura.

Muchos entienden el termino globalización como la asimilación de costumbres y culturas extranjeras, tienden a insertarse con gran facilidad a la llamada cultura globalizada,  en nuestro país para estar “en algo” hay que celebrar baby shower, Thanks Giving, 4th of July, Halloween etc, entre otras manifestaciones culturales propias de los Estados Unidos, por encima  incluso de festividades patrias dominicanas, aquí se impone la cultura del país dominante; así vamos perdiendo parte del patrimonio cultural, sin  sospechar que cada vez que dejamos desaparecer una de esas expresiones autóctonas, las raíces del árbol de la dominicanidad se debilita y  perdemos un rasgo de nuestra identidad y una herramienta útil para ser competitivos en el mundo globalizado de hoy.

El dominicano prefiere imitar a ser autentico, original, único en su clase y por eso adopta con tanta facilidad poses culturales ajenas, y cuando suele manifestar las propias trata de disfrazarlas con algún aditamento extraño dizque para hacerla más cosmopolita, por eso el auge del merengue y la bachata en el mundo, solo ha proyectado el ritmo, no así nuestra vestimenta típica u otro rasgo de nuestra identidad,  ya que las bandas parecen grupos de rock norteamericanos, más que conjuntos de bachatas y merengues dominicanos.

Somos un pueblo con una cantera inagotable de recursos culturales, bajo los cuales puede proyectar al mundo una fisonomía robusta de su propia individualidad “En un mundo de flujos globales de salud, poder e imágenes, la búsqueda de la identidad colectiva o individual, asignada o construida, se vuelve la fuente fundamental del sentido social” con esta sentencia el sociólogo español Manuel Castells confirma la importancia del sentido de la identidad en un mundo global, dentro del cual nos perderíamos si no le imprimimos el sello distintivo que nos diferencia de los demás, por eso es preferible contar con una Republica Dominicana pequeña pero autentica, a tratar de convertirnos en un remedo de cualquier ciudad grande, llámese Nueva York, Paris, o la que fuere.

De ahí deduzco que al contrario de lo que muchos piensan, lo global debe partir de lo local y es precisamente la multiplicidad de las localidades, lo que le da sentido a la globalización, por eso insertarse en la corriente globalizadora del mundo de hoy y competir con éxito en el campo de los mercados ya sean tradicionales o emergentes, implica, hacerlo desde el punto de vista local para poder ofertar al mundo, lo que mejor sabemos hacer, lo que solo se produce aquí, lo que es autóctono y por ende único. “Debido a la prevalencia actual de la tecnología de la información, el mundo está siendo quebrado entre una tecno-elite, globalmente conectada y las identidades comunitarias, atrincheradas en lo local”. Manuel Castells.

La actividad turística promueve en términos culturales ese atrincheramiento, al que se refiere el famoso sociólogo, desarrollar un destino turístico sostenible implica entre otras cosas fortalecer el patrimonio cultural del destino, su legado monumental e histórico y sus tradiciones y aunque como país no pertenecemos a la tecno-elite global, contamos con los recursos tecnológicos mínimos, para proyectar al mundo lo que somos y la grandeza del sentido individual de la marca país, República Dominicana, que no lo tiene todo, pero lo que tiene es único y no se puede encontrar en ningún otro rincón del mundo.

Aquí entran en juego el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Medio ambiente que conjuntamente con el Ministerio de turismo, deben planificar y gestionar el Patrimonio Cultural Nacional para que se convierta en una herramienta legitima que impulse la oferta turística del país. No es solo presentar bailes folclóricos, es más bien recoger en cada pueblo, en cada región del país, esas manifestaciones culturales autóctonas propias de esos enclaves sociales y ponerlos al servicio de la industria turística nacional.



LOS DISTRITOS TURISTICOS UNA FORMA INTELIGENTE DE FORTALECER EL TURISMO.


Por Bolívar Mejía.
Es evidente que la fuerza de los nuevos cambios en la actividad turística a nivel mundial han transformado la mentalidad de los empresarios turísticos del país, quienes a raíz de mirar que los vientos del fenómeno turístico soplan hacia la gestión de una industria sostenible e integradora de la comunidad a los procesos de desarrollo turístico, se  han sumado a la corriente en vista de que el nuevo turista ya no se conforma con la oferta del todo incluido y además exige que los destinos turísticos sean manejados de manera sostenible, imponiendo el poder del  consumidor consciente a un mercado turístico que en nuestro país tiene más de 40 años agrediendo el medio ambiente, excluyendo a las poblaciones aledañas a los grandes complejos y saltándose en contubernio con las autoridades locales, todas las leyes y regulaciones que deberían regir al sector.

Este desorden en que ha crecido el turismo dominicano se ha topado con un siglo 21 donde los turistas han impuesto su criterio y la industria ha tenido que adecuarse a las exigencias de quienes consumen los productos turísticos, además los organismos internacionales como la Organización mundial de Turismo OMT, La Organización de la Naciones Unidas  ONU han visto las posibilidades que tiene el turismo como actividad para coadyuvar  a disminuir la pobreza y a contribuir con la paz entre todos los pueblos del mundo, por lo que estos organismos han puesto en alerta a todos los gobiernos de los países menos adelantados (PMA) para que contemplen en el desarrollo turístico la oportunidad de avanzar hacia el progreso en vista del gran impacto que tiene el turismo en el producto interno bruto de las naciones.

En la recién celebrada III Cumbre de Prensa y Turismo Santo Domingo 2012, donde participaron la gran mayoría de los sectores que tienen que ver con el turismo nacional, pero donde faltó una de las patas más importantes de las que conforman el trípode del desarrollo turístico sostenible, que son el aspecto económico, el social y el medioambiental, brilló por su ausencia el Ministerio de medio ambiente. Allí  se expusieron los retos, necesidades y acciones que deben implementarse para impulsar el desarrollo del polo turístico con más potencial que tiene el país y que sin embargo a mas de 40 años del despegue de la industria,  no ha podido dar un solo paso en la  dirección de consolidarse como destino turístico cultural para la región del Caribe y las Américas,  pese a poseer el titulo de Primada de América y ostentar el galardón de Patrimonio Histórico de la Humanidad.

La asociación de Hoteles, Restaurantes y Turismo ASONAHORES, propuso a través de su Vice-Presidente Sr. Arturo Villa Nueva, “La creación de distritos turísticos para enfrentar la desorganización que suelen caracterizar al gran Santo Domingo en las zonas de la ciudad que la población local y los visitantes encuentren más atractivas”. Los ayuntamientos en países donde funcionan los gobiernos locales han contribuido al impulso de la industria turística, como es el caso de España, crear distritos turísticos con la participación de todos los sectores, presenta al país la disposición de un sector hotelero nacional, o al menos la parte que representa ASONAHORES, de ajustarse al verdadero espíritu de la nueva industria turística, que solo se podrá desarrollar si todos los sectores incluyendo a la población en su conjunto se suman a la tarea de contribuir al mejoramiento de la oferta turística y en este punto los ayuntamientos deben jugar un papel protagónico participando activamente en los distritos turísticos.

El distrito turístico condensa las empresas en torno al interés del grupo para explotar un recurso localizado en un territorio.  En el caso que nos compete la ciudad de Santo Domingo, de esta concentración surge  la posibilidad de aprovechar el dinamismo de la cooperación entre la administración pública y el sector privado para la promoción externa de la zona, así como el desarrollo de las infraestructuras necesarias para todas las instituciones relacionadas con la actividad turística, esto implicaría la preparación de los recursos humanos, las oficinas de información, clúster turísticos,  la comunidad involucrada entre otros aspectos.

Uno de los pecados del desarrollo turístico dominicano ha sido relegar el roll de los ayuntamientos en la actividad turística, ya que la no participación activa de estos ha evitado un desarrollo más participativo de las comunidades y una mejor distribución de las riquezas generadas por la industria. Ahora con este nuevo despertar de la industria turística es de esperarse que los ayuntamientos sean tomados en cuenta y hasta cierto punto lideren desde sus diferentes municipios los distritos turísticos que se desean orquestar. Esto contribuiría al incremento de la actividad económica, las exportaciones, mejorará los ingresos de los munícipes, elevando el orgullo por la identidad e impactara en una mejor distribución de los ingresos generados por el turismo, lo que se traducirá para el estado en capital social.

Es evidente que el  congreso de la Republica debe entrar a jugar su papel dentro de este nuevo ordenamiento de la industria turística nacional, estudiando las iniciativas de otros países que manejan el concepto de “Municipio Turístico” en donde los gobiernos locales tienen bajo su responsabilidad el desarrollo turístico de sus demarcaciones.  Debemos abocarnos quizás a un proceso de ubicación de distritos turísticos, los que se encuentran en parques naturales, litoral costero con playas aptas para el desarrollo turístico, o que disponen de bienes de interés cultural registrados en la oficina nacional de inventario de bienes culturales o aquellos que por carecer de datos sobre sus atractivos,  sean  inventariados  por los mismos ayuntamientos con potencial turístico, incluyendo estos inventarios,  cantidad de infraestructuras para alojamiento,  sitios de interés turístico como playas, ríos, monumentos históricos, tradiciones culturales etc.

Los distritos turísticos emergen de la agrupación de municipios próximos en el territorio y con características turísticas similares, por ejemplo, el gran Santo Domingo, Santo Domingo, Norte, Santo Domingo Este y Oeste, conformarían un gran distrito turístico con gran potencial para impulsar el inmediato desarrollo del  destino  cultural Santo Domingo. 


Liderazgo, Competitividad  y Turismo.

Por: Bolívar Mejía.
El liderazgo que representa la República Dominicana para el área del Caribe en el campo del turismo, está amenazado por el bajo nivel de competitividad del país, el hecho de haber quedado en la posición 72 entre 139 países en el año 2010-2011,  con respecto a  los resultados de años anteriores ,  en el indicador  Marco Regulador  de Viajes y Turismo, representa que la actividad turística se estancó, con una tendencia al descenso en los años venideros si no se toman las medidas pertinentes para una mejor gestión de nuestros destinos turísticos,  esto nos coloca en una posición desventajosa ante el reto de mantener nuestro  liderazgo en la región.

El país tiene importantes retos que afrontar que requieren de la sensatez y seriedad de todos los actores que conforman el espectro de la sociedad dominicana, sobre todo en momentos en que las economías de las que dependemos están atravesando por agudas crisis financieras.  Hay que destacar que liderazgo y competitividad son dos cosas diferentes y aunque una puede depender de la otra,  si se tiene  liderazgo y no  competitividad, como en nuestro caso,  este pende de un hilo, sino se toman las medidas necesarias para fortalecerlo, frente a otros destinos que anhelan ocupar nuestra posición en el mercado turístico y que en el ámbito competitivo están mejor posicionados que nosotros.

Los recursos naturales y culturales que posee un destino no deciden el nivel de competitividad, aunque la coyuntura en un momento dado le puede imprimir cierto  liderazgo.  Ser competitivo lo determina la eficiencia de la   gestión de los recursos que se poseen y en el campo de la actividad turística la buena administración es vital, para el desarrollo sustentable de los atractivos, por lo tanto necesitamos una estructura institucional, gubernamental, empresarial y de capital humano eficientes, que dinamice  el desempeño de la oferta turística, todos los informes se hacen eco de la misma situación, año tras año, CEPAL, Naciones Unidas, Harvard, Attali etc.

La mentalidad que ha primado hasta el momento  es  la explotación  de  los recursos hasta agotarlos, para luego  trasladarnos hacia otras aéreas con potencial, una especie de teoría económica del conuquismo.  Puerto Plata es un ejemplo de ello, en la década de los 80 y los 90 se explotó en su máxima capacidad; pero  cuando los inversionistas intuyeron su declive, se trasladaron a la región este con sus capitales, abandonando el polo,  que parecía viejo y agotado, cuando en realidad era  víctima de la mala práctica de una gestión no sustentable, que contribuyo a la degradación del recurso y por ende a su aparente agotamiento, por eso vemos que con las medidas tomadas  recientemente a favor del destino,  ante el grito de los Puerto Plateños, los signos vitales de Puerto Plata han comenzado a dar señales de recuperación.

La industria turística dominicana no podrá ser competitiva hasta que todos los actores de la vida económica nacional, no entiendan la gran importancia que tiene para el desarrollo del país el Turismo, tanto el sector de inversión privada, como el sector público, que debe ser el más interesado por lo que significan los viajes y el ocio para el Producto Interno Bruto de la nación y lo que podría significar esta actividad para la eliminación de la pobreza extrema en nuestro país.

La capacidad de vinculación  con otros renglones  económicos, que tiene el Turismo, le permite brindar trabajo a sectores vulnerables de la sociedad.  La actividad turística fomenta el desarrollo de regiones sin vocación de exportación de bienes, así como la utilización de activos como la naturaleza y la cultura, alrededor de las aéreas turísticas, que no son explotados en nuestro país, en comparación con otros de la región, que los utilizan de manera sabia para  agregar valor y diferenciación a las ofertas de sus destinos.  Estos atributos  hacen del turismo una herramienta de vital importancia para el desarrollo de los  pueblos,  si se emplea con eficiencia.

 La labor del gobierno es fundamental para poder obtener los niveles de competitividad que necesita la industria turística dominicana, para poder ofertar productos atractivos hacia los diferentes mercados emisores del mundo, es necesario declarar la actividad turística de Prioridad Nacional, como lo han hecho países como México.   La actual tendencia en políticas de turismo apunta hacia matar la gallina de los huevos de oro y así no podemos seguir. 

Con una calificación tan baja en materia de competitividad, donde nueva vez cosechamos más sombras que luces, es necesario reorientar la estrategia y desarrollar con sinceridad un máster plan que nos catapulte y nos haga más competitivos. El indicador Marco Regulador Viajes y turismo toma en cuenta las políticas de normas y reglamentos que utiliza un país, en la gestión de su oferta turística, así como la sostenibilidad del medio ambiente, la protección y la seguridad del país, la salud y la higiene entre otros elementos claves, del quehacer turístico.

BIENVENIDA

Bienvenidos y bienvenidas a todos los que visitan esta pagina, espero que en ella puedan encontrar un poco de lo que buscan, que conozcan mas sobre la esencia de la actividad turistica, no solo de República Dominicana, sino del mundo, pues ya el turismo dejo de ser algo solo relacionado con el ocio y el placer, para convertirse en una actividad impulsora de las economias de los paises donde se desarrolla.

El blog Turismo y desarrollo pretende convertirse en un organo de conciencia nacional para liderar el despertar turistico en la República Dominicana, donde esta actividad se ha convertido en la mayor generadora de divisas y el mejor contribuyente del Producto Interno Bruto de la nación, dejando a tras a todas las otras actividades economicas, incluyendo a las remesas y las zonas francas e incidiendo de manera positiva, en la agricultura y la industria del transporte entre otras.

Esto queda sustentado en uno de los informes tecnicos del Banco Interamericano de Desarrollo BID, que dice lo siguiente: "El crecimiento y gran dinamismo del turismo internacional lo sitúan como uno de los fenómenos sociales y económicos más destacados del siglo pasado. Entre los años 1950 y 2000 –un año récord– el número de viajes internacionales pasó de 25 millones a casi 700 millones con una tasa media anual de crecimiento del 7%. En el mismo período, los ingresos por turismo internacional crecieron anualmente un 11%. En los años noventa, a pesar de que el ritmo de crecimiento fue menor, el aumento de las llegadas internacionales alcanzó un 4,3% anual."  Y este crecimiento continua y se presume que continuara asi por mucho tiempo, ya que el hombre por naturaleza es proclive a movilizarse conocer otros destinos y vivir aventuras exoticas, que le permitan adquirir vivencias diferentes a las de su cotidiano vivir.

Y continua exponiendo el informe del BID: El turismo ha despertado el interés de los gobiernosde países en desarrollo por su capacidad de generar divisas, favorecer la inversión privada, eldesarrollo de empresas locales y la creación deempleo. El gobierno chino despues de analizar que esta actividad tenia incidencia en mas de 100 actividades mas, puso todo su interes en el turismo, cosa que deben imitar todos los paises donde el turismo sea su principal fuente de riquezas.


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